La desaparición del periodista británico Dom Phillips y el experto indigenista Bruno Pereira movilizaron a rescatistas hata la región brasileña donde fueron vistos por última vez. Tras varias semanas de búsqueda, al fin las autoridades de este país lograron dar con información valiosa que puso fin al misterio. ¿Qué pasó con ambas personas?
La policía de Brasil detuvo en las últimas horas a Amarildo da Costa de Oliveira, quien confesó haber enterrado sus cuerpos en la selva profunda, una información que logró ser confirmada al encontrarse varios restos humanos en el lugar que es de muy difícil acceso. Eduardo Alexandre Fontes, jefe de la Policía Federal en el estado de Amazonas (norte de Brasil), contó que «por la confesión y el lugar señalado, hay grandes posibilidades» de que los cadáveres correspondan a Phillips y Pereira. Sin embargo, esta información será corrobarada luego de los análisis.
Oliveira, detenido la semana pasada, condujo el último miércoles a la policía hacia el lugar donde dijo haber enterrado los cuerpos, no muy lejos de la ciudad de Atalaia do Norte, adonde se dirigían el reportero y el experto antes de desaparecer el 5 de junio. Por ahora se continúan investigando las circunstancias y las motivaciones del crimen del extraño crimen.
Lo que se sabe por ahora es que, segújn Fontes, «hubo un enfrentamiento» y uso de un arma de fuego. No se han dado más detalles. Aunque el detenido niega haber participado en el crimen, la policía asegura tener «pruebas en su contra» e indicios «respecto a otra persona, que estamos investigando», dijo Fontes.El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, había dicho esta semana que fueron halladas «vísceras humanas flotando en el río», aunque esa información no fue confirmada por la Policía Federal. Hoy ya se conoce lo que sucedió con ambas personas.
PERFILES DE LAS VÍCTIMAS
El periodista británico Dom Phillips, a sus 57 años, era colaborador del periódico The Guardian. Había emprendido una expedición para preparar un libro sobre la preservación del medio ambiente en la Amazonía. Por su parte, Bruno Pereira era un experto de la agencia del gobierno brasileño para asuntos indígenas (Funai). Estaba haciendo de guía a Phillips en esta región peligrosa del Valle de Javarí, una zona estratégica para los narcotraficantes en la que también operan mineros, pescadores y madereros ilegales. Este experto fue un activo defensor de las comunidades indígenas y había recibido amenazas de estos grupos criminales que invaden las tierras protegidas para explotar sus recursos.
La desaparición de Phillips y Pereira suscitó una ola de solidaridad internacional y encendió nuevamente críticas contra el gobierno de Bolsonaro, acusado de alentar las invasiones de tierras indígenas y de sacrificar la preservación de la Amazonía para su explotación económica.
(Fuente: Agencias)
