Y, entonces, una mañana te despiertas, abres tu negocio y unos sujetos vestidos de policías bajan de un auto, te ponen una automática en la frente y te arrastran como a un animal. Por más que gritas, suplicas y salpicas tu sangre, nada impide que termines en un automóvil desconocido que te lleva directamente a una pesadilla. El nuevo secuestrado en Trujillo se llama Iván Díaz Garrido, pero pudo llevar cualquier otro nombre: el de tu padre, el de tu amigo, el de la vecina, el de tu hermano o el tuyo mismo. Todos estamos secuestrados de una u otra forma en esta ciudad perfumada con pólvora.
Díaz Garrido es un prestamista de 57 años y su negocio quedaba en la cuadra 12 de la avenida Perú, una de las más comerciales y transitadas de Trujillo. A tres minutos de allí queda una comisaría y a otros cuatro minutos de su local está el Centro Histórico de la ciudad. Los alaridos de Díaz Garrido son realmente capaces de estremecer al más incólume. ¡Cómo no condolerce con un hombre que hasta llora para que no se lo lleven!
Tantos otros han sido secuestrados, torturados y hasta asesinados en la ciudad… que se puede esperar lo peor.
«Salven a Iván Díaz Garrido, porque la responsabilidad penal del secuestro la tienen los secuestradores, pero el Ministerio del Interior y la PNP tienen la responsabilidad política y operativa de no haber capturado a la banda que atemoriza a Trujillo hace más de un año con una modalidad tan inhumana como el secuestro»
Editorial SOBRE EL RASTRO
El 15 de noviembre del año pasado, la policía rescató a la empresaria Nilda Alejandra Arrascue Espinoza (43), la dueña de Tiendas Tía. A ella la encontraron 12 días después de ser secuestrada en la urbanización Palermo. Su caso permitió conocer que Manuel Rodríguez Cruzado (73), secuestrado en la puerta de su lavadero el 24 de junio del 2022, había sido asesinado y luego enterrado en un terreno baldío de Las Delicias, en el distrito de Moche. Sus familiares habían pagado 120 mil soles, pero aun así la organización lo mató.
Antes que Nilda y Manuel, otras tres personas fueron secuestradas en la ciudad. Las investigaciones de la PNP confirmaron que detrás de todos estos secuestros estaba como artífice Jhonsson Smit Cruz Torres (25), el cabecilla de ‘Los Pulpos’. Si bien en este nuevo secuestro no se ha señalado a la banda de El Porvenir, los antecedentes y la forma con que actuaron los raptores Díaz Garrido hacen sospechar de que esta es otra de sus acciones en Trujillo.
¿Hasta cuándo vamos a seguir viendo que delincuentes desalmados se llevan a nuestros hermanos, amigos o a nuestros padres para exigir dinero a cambio de no torturarlos o matarlos? La política de seguridad en el Perú hace agua por todos lados y los escasos esfuerzos que se hacen son apenas un maquillaje de quinta. Nos envían 50 Dinoes para que pidan DNI’s en las esquinas y eso es noticia. ¿Ese es nuestro gran avance en seguridad, señor ministro?.
No nos mientan. Nos nos engañen. No se burlen más. Sus estados de emergencia son una pantomima, porque los ordenan, pero no saben qué hacer cuando ya están instaurados. O por lo menos eso parece. ¿Cuántos meses Trujillo estuvo en Estado de Emergencia y no pasó absolutamente nada? ¿Dígannos, explíquenos?
Salven a Iván Díaz Garrido, porque la responsabilidad penal del secuestro la tienen los secuestradores, pero el Ministerio del Interior y la PNP tienen la responsabilidad política y operativa de no haber capturado a la banda que atemoriza a Trujillo hace más de un año con una modalidad tan inhumana como el secuestro.
