¿Con qué nota los peruanos y peruanas califican nuestra democracia? Esta pregunta la planteó IDEA Internacional en una encuesta a principios de este año y el resultado fue preocupante. En promedio, la democracia peruana recibió 7 puntos de una calificación máxima de 20. Solo el 17% de encuestados dio una nota aprobatoria. ¿A qué se debe este descontento nacional sobre el sistema político que se sostiene en la posibilidad que nos ofrece de ser escuchados?
Para entender por qué existe una percepción negativa elevada sobre nuestra democracia habría que saber, primero, qué entienden los peruanos por democracia. Según la mencionada encuesta, realizada a 6507 personas mayores de 18 años y que viven en 17 regiones del país en el ámbito urbano y rural, el 26% consideró que la característica principal de la democracia es tener “elecciones periódicas, limpias y transparentes”. En segundo y en tercer lugar aparecieron “Libertad de expresar libremente las ideas” (18%) y “El respeto de los derechos de todas las personas” (18%).
Entonces, cuando los peruanos desaprueban a nuestro sistema democrático podríamos entender que nos están diciendo que estos valores y características de la democracia no se están cumpliendo en el Perú, tal es así que en La Libertad, por ejemplo, el 70.56% manifiesta encontrarse insatisfecho con el funcionamiento de nuestro sistema democracia.
Es, definitivamente, una percepción que surge de la crisis política y social que vive nuestro país en los últimos años: inestabilidad política, descrédito de los partidos políticos, presidentes de la República y altos funcionarios investigados por corrupción, etc. La vida nacional les da razones suficientes para desconfiar y vemos en las encuestas que el nivel de confianza en el ejecutivo y legislativo está bajo el 7%.
Sin embargo, debemos entender que el origen del problema no es el sistema democrático como tal, sino los intentos frecuentes de pervertir sus reglas de juego por grupos interesados. Esas pretensiones de los últimos años han generado desequilibrio de poder y, en consecuencia, una constante inestabilidad política. Es inevitable que la gente que vive el día a día sienta ese descontento.
Por eso, Perú Conversa es una iniciativa de suma importancia para recuperar la confianza en la democracia. Este proyecto impulsado por IDEA Internacional y que se desarrolla en 16 regiones del país busca abrir espacios de diálogo entre actores sociales, políticos, universitarios, empresariales y las mismas autoridades. A través de programas de capacitación y desarrollo, se busca contribuir al proceso democrático del país abriendo debates y consensos.
En La Libertad, Cajamarca, Ancash y Lima región, CEDEPAS Norte es la contraparte de IDEA Internacional. El espacio de diálogo aquí lleva el nombre de La Libertad Conversa y ya hemos desarrollado reuniones, conversatorios, talleres, encuentros y capacitaciones con más de 50 organizaciones de esta región que tienen incidencia en la provincia de Trujillo, en las provincias del Valle Jequetepeque como son Pacasmayo y Chepén.
Desde el mes de abril, se han hecho importantes esfuerzos para canalizar el diálogo entre estas organizaciones en torno a los temas que más les preocupa, como la corrupción, la inseguridad y la democracia. De estos encuentros, los participantes manifestaron con mucha claridad la necesidad de estos espacios de diálogo y fortalecimiento de capacidades, para que la democracia no se reduzca a un proceso electoral, sino para que se internalice como un estilo de conducir la vida de un país tanto a nivel de sus instituciones como en la conducta de sus ciudadanos y ciudadanos. En esto último, Perú Conversa está trabajando con especial énfasis.
Como ha dicho en varias ocasiones el coordinador del Grupo Impulsor de La Libertad Conversa, Luis Espejo, “la democracia no solo es un sistema; también son valores, espíritus, formas de ser y formas de aceptarnos”.
Esa es la esencia de Perú Conversa. Renovar ese enfoque sobre la democracia peruana, para dejar de pensar que esta es solo un sistema que se ejerce en las altas esferas del poder. Este espacio conecta a los ciudadanos y ciudadanas con sus autoridades y sus líderes para que la democracia se ejerza desde las bases y no se permita que grupos interesados la distorsionen.
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SOBRE EL RASTRO no se solidariza legalmente con las opiniones de nuestros columnista
