El Gobierno dispuso extender por dos meses adicionales el estado de emergencia en la provincia de Pataz, ubicada en la región La Libertad. La medida, que entrará en vigencia el próximo 8 de junio, busca reforzar las acciones destinadas a restablecer el orden público en una zona afectada por la minería ilegal y el accionar de organizaciones criminales. Las Fuerzas Armadas seguirán operando de manera conjunta con la Policía Nacional del Perú.
El ministro de Defensa, Walter Astudillo Chávez, informó sobre esta decisión al término de una reciente sesión del Consejo de Ministros. Según explicó, la prórroga apunta a consolidar los logros alcanzados en la etapa inicial del estado de emergencia, durante la cual se desplegaron fuerzas de seguridad en puntos estratégicos y se instaló un comando conjunto para coordinar acciones.
Reactivación minera
Asimismo, el Ejecutivo autorizó la reactivación de la minería formal y de los pequeños productores que cuenten con inscripción vigente en el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo). Estas actividades podrán desarrollarse dentro del horario comprendido entre las 5 de la mañana y las 10 de la noche, bajo estricta supervisión.
Astudillo indicó que esta decisión recoge las demandas expresadas en reuniones sostenidas con autoridades locales y dirigentes sociales, quienes pidieron la reanudación de los trabajos mineros como alternativa para dinamizar la economía y evitar mayores tensiones sociales.
En los últimos meses, la provincia ha sido escenario de operativos como “Armagedón II”, que permitió desarticular redes ligadas a la minería ilegal. Sin embargo, las autoridades reconocen que el panorama en Pataz sigue siendo complejo.
El alcalde provincial, Aldo Carlos Mariños, criticó el abandono de una mesa de diálogo por parte de representantes del Ejecutivo y cuestionó la escasa presencia estatal en el seguimiento de los acuerdos. Reiteró que la paralización de la actividad minera afecta directamente a toda la población, cuya principal fuente de ingresos depende de este sector.
