Obras en las quebradas de Trujillo registran un avance global de 53%

El Proyecto Quebradas San Idelfonso y San Carlos registra un avance constructivo del 53 %, informó la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN). Esta megaobra es la solución definitiva para que más de 750 mil ciudadanos de Trujillo y de los distritos de El Porvenir, Alto Trujillo, Laredo, Moche, Florencia de Mora y Víctor Larco Herrera no padezcan futuras inundaciones y huaicos como ocurrió en los años 1998, 2017 y 2023.

Este proyecto encauzará las aguas de las quebradas San Idelfonso, San Carlos y Galindo, así como de diversas fuentes menores, hasta desembocar en la playa La Bocana. Gracias a su implementación, se protegerán 288 unidades productivas públicas, que incluyen colegios, hospitales, carreteras y más; de la misma manera se preservarán 8534 viviendas y terrenos.

Asimismo, se informó que el diseño del proyecto no solo se enfoca en la captación y manejo eficiente de aguas, sino que también prioriza la seguridad de los vecinos en las áreas aledañas, garantizando que, ante cualquier emergencia, las estructuras funcionen de manera inmediata, sin necesidad de intervención del personal.

AVANCE POR COMPONENTES

Este avance global se evidencia también en el progreso que presenta cada uno de los componentes que conforman el proyecto: diques, túnel de trasvase, canales de conducción y obras en el río Moche.

En el caso de los diques, tanto los 35 ubicados en la quebrada San Idelfonso como los 26 situados en la quebrada San Carlos ya se encuentran culminados. En tanto, el túnel de trasvase, cuya conexión se culminó hace un par de semanas, tiene como objetivo principal desviar las aguas de una quebrada a otra, un encauzamiento eficiente y evitar posibles inundaciones en Trujillo.

Los canales de conducción, por su parte, presentan un avance superior al 55 %; en tanto que, las obras en el río Moche muestran un avance promedio del 24.8 %. En este último punto se viene realizando la limpieza y ensanchamiento del cauce, así como la colocación de diques enrocados en ambas márgenes, a lo largo de los 17.2 km a intervenir, hasta que las aguas desemboquen a la altura de la playa La Bocana.

Este proyecto busca convertirse en una infraestructura que no solo beneficiará a la población actual, sino que cimentará un futuro seguro y resiliente para las generaciones venideras.