El Poder Judicial dictó 20 años y 6 meses de prisión efectiva contra el expresidente Alejandro Toledo al hallarlo culpable de los delitos de colusión agravada y lavado de activos por su participación en los tramos 2 y 3 de la Carretera Interoceánica Sur, construida por la empresa brasileña Odebrecht.
La jueza Inés Rojas Contreras, del Segundo Juzgado Penal Colegiado Nacional, señaló que Toledo usó su cargo como jefe de Estado entre 2004 y 2006 para favorecer ilícitamente a Odebrecht con contratos millonarios, participando en reuniones clave tanto en Palacio de Gobierno como en Río de Janeiro para acordar sobornos. El fallecido empresario Josef Maiman fue señalado como el canal que gestionaba los pagos desde la constructora brasileña hacia Toledo.
Además de la condena a prisión, el Poder Judicial lo inhabilitó para ejercer la función pública por tres años y al pago equivalente a 242 días de salario mínimo.
Un hito en el caso Lava Jato
Alejandro Toledo se convierte en el primer expresidente peruano sentenciado en el marco del caso Lava Jato, una red de corrupción que involucró a políticos y empresarios en varios países de Latinoamérica. El fallo establece que, antes de la convocatoria oficial para las obras de la Interoceánica, Jorge Barata, exdirectivo de Odebrecht, ya había asegurado la adjudicación de los tramos, en connivencia con Toledo.
El Tribunal subrayó que Toledo «ejecutó conductas típicas contra el deber», facilitando el soborno desde su posición en el Estado. En la audiencia, también se destacó que Barata afirmó que «el Estado pagaba los sobornos», evidenciando una cadena de irregularidades en la adjudicación de la obra.
Con este fallo, Alejandro Toledo cierra un capítulo emblemático de la política peruana, marcando un precedente histórico en la lucha contra la corrupción.
