Por tratarse de una festividad religiosa que se realiza por más de 300 años, el Concejo de la Municipalidad Provincial de Trujillo acordó por unanimidad declarar de necesidad e interés público la 68° Bajada Quinquenal de la Virgen Candelaria del Socorro de Huanchaco, que estará en Trujillo en el mes de diciembre de este año.
El subgerente de Turismo de la MPT, Bernardo Alva Pérez, sustentó el pedido ante el pleno el pedido hecho por el presidente de la Hermandad Virgen Candelaria del Socorro – Huanchaco.

Precisó que la Bajada Quinquenal de la Virgen Candelaria del Socorro de Huanchaco se declaró Patrimonio Cultural de la Nación, con Resolución Viceministerial N° 272-2021-VMPC/MC, por constituir una expresión de religiosidad popular configurada en honor a una de las primeras imágenes de la Virgen Candelaria llegada al Perú.
“Dicen que cuando la traían en barco al Perú se armó una tormenta y botaron su socorro al mar, cesando de inmediato este fenómeno natural”, dijo Bernardo Alva.
A su llegada, en 1674, también se le atribuye un carácter milagroso, al contener una epidemia de peste bubónica en la ciudad de Trujillo. Desde esa fecha se instituye y se ha mantenido durante 361 años un recorrido procesional en peregrinaje de Huanchaco a Trujillo y su posterior retorno cada 5 años.
Son 361 años que se realiza la festividad, con un recorrido procesional entre los meses de noviembre y diciembre, con paradas en diversos sectores urbanos y templos católicos. La peregrinación incluye la visita a la Catedral de Trujillo el 8 de diciembre y culmina con el retorno de la imagen de la Virgen a su santuario en Huanchaco.


Alva añadió que quien instauró el peregrinaje de la Virgen Candelaria del Socorro de Huanchaco fue Antonio Deán Saavedra y Leiba.
La «Bajada de la Virgen» se remonta al año 1674, cuando la peste bubónica asoló a la población de Trujillo. El Dean Saavedra promovió entonces una peregrinación de la venerada imagen de la Virgen de la Candelaria del Socorro, desde Huanchaco hasta la Catedral.
La peste cesó y entonces se acordó que como agradecimiento cada cinco años dicha imagen repetiría su peregrinación a Trujillo. Así, desde 1681 quedaron instituidas las tradicionales bajadas quinquenales, con un itinerario y ceremonial cuidadosamente establecido por el mismo Deán Saavedra.
En su recorrido cientos de fieles la acompañan junto a coloridas agrupaciones de baile como la Danza de los Diablos, Danza de las Pallas y Danza de los Indios, entre otros.