Conductores y cobradores de la empresa El Cortijo S.A. suspendieron sus labores indefinidamente tras un nuevo atentado ocurrido el 7 de julio en El Porvenir.

Transportistas de “El Cortijo” paralizan labores tras tercer ataque armado en dos meses

Ante el incremento de actos violentos en su contra y las constantes amenazas de presuntos extorsionadores, los trabajadores de la empresa de transportes El Cortijo S.A. iniciaron una paralización indefinida de sus actividades en las rutas que conectan El Porvenir con Trujillo.

La medida fue adoptada luego del atentado ocurrido la tarde del lunes 7 de julio, cuando un microbús fue atacado a balazos mientras llegaba a un paradero en la cuadra 24 de la avenida Jaime Blanco. Este incidente se suma a otros hechos similares registrados en las últimas semanas, lo que ha generado un ambiente de temor entre conductores y cobradores.

Voceros del gremio denunciaron que los agresores estarían exigiendo pagos extorsivos para permitirles continuar operando. Según informaron, los mensajes enviados a sus teléfonos incluyen exigencias de hasta 100 dólares por vehículo como “cuota de inscripción”, además de 5 soles diarios por unidad como pago recurrente.

“Estamos deteniendo nuestras unidades porque ya no hay garantías. No somos los propietarios, somos trabajadores, pero nuestras vidas están en riesgo”, expresó uno de los conductores durante una manifestación.

Vehículos parados

La empresa, que cubre rutas como C1, C2, C3 y San Isidro, suspendió el servicio de al menos 130 vehículos mientras esperan una respuesta efectiva por parte de las autoridades. Los transportistas piden la intervención directa de la Policía Nacional, del alcalde provincial y de los altos mandos regionales para garantizar su seguridad y la de los pasajeros.

En lo que va de los últimos dos meses, El Cortijo ha sufrido tres ataques armados. El 25 de junio, un bus fue interceptado en la zona de Bello Horizonte, donde delincuentes robaron documentos y bienes del conductor. El 2 de julio, otro intento de atentado fue frustrado en el sector Víctor Raúl, mientras que el incidente más reciente volvió a evidenciar la vulnerabilidad del sector frente al crimen organizado.

La situación ha generado alarma entre los usuarios, quienes se han visto afectados por la suspensión del servicio, mientras el gremio de transportistas insiste en que no reactivará operaciones hasta obtener garantías claras y efectivas de seguridad.