Independencia del Perú

Se cumplen 200 años de la Batalla de Junín, el preludio de la Independencia definitiva del Perú

Hoy 6 de agosto se conmemoran 200 años de la Batalla de Junín, un hito crucial en la independencia del Perú. La batalla, conocida por darse haberse dado con lanzas y sables, representó una victoria decisiva para las fuerzas patriotas lideradas por Simón Bolívar y abrió el camino para que, cuatro meses después, en la Batalla de Ayacucho se selle la Independencia definitiva del Perú.

La historia relata que, al ver la arremetida de la caballería realista el 6 de agosto de 1824 en las Pampas de Junín y la posibilidad de una derrota, Simón Bolívar se dirigió a su infantería para advertirles de un posible ataque. Sin embargo, una hora después, el curso de la historia cambió a favor de los patriotas.

El capitán Taype señala que, aunque José de San Martín proclamó la independencia en 1821, el virrey La Serna seguía sin reconocerla, replegándose en las regiones altoandinas. Mientras San Martín prefería la estrategia y el diálogo, Bolívar se enfocó en la batalla para expulsar a los realistas. San Martín sabía que su ejército era inferior en número al de los realistas, sumando solo 4,000 hombres frente a los 20,000 del virrey.

A comienzos de 1824, los realistas se encontraban en la sierra central y el Alto Perú. Bolívar organizó el Ejército Unido, integrando unidades del ejército libertador, el ejército republicano peruano y fuerzas auxiliares de la Gran Colombia, sumando 8,051 hombres. En sus filas lucharon peruanos, grancolombianos, venezolanos, granadinos, panameños, así como algunos argentinos, chilenos y alemanes. Para mediados de año, el ejército tenía a Antonio José de Sucre como general en jefe y a Agustín Gamarra como jefe del Estado Mayor.

En plena batalla, con las fuerzas patriotas golpeadas por el ataque realista, el mayor José Andrés Rázuri desobedece la orden de Bolívar de retirarse e informó a Suárez de una falsa orden del Libertador para cargar contra los realistas. Esta acción resultó en un cambio trascendental en el curso de la batalla y aseguró una victoria decisiva para la consolidación de la independencia.

El resultado del conflicto bélico (duró apenas 45 minutos) fue una victoria contundente para el ejército independentista, que logró capturar prisioneros y ganar terreno frente a los realistas. Aunque no fue una batalla de gran escala en términos de bajas (254 muertos en el bando realista y 148 en el bando independentista), su impacto estratégico fue enorme.

La victoria en Junín preparó a los patriotas para el enfrentamiento final en Ayacucho. Consolidó asimismo la alianza entre los ejércitos libertadores y demostró la eficacia de la estrategia militar de Bolívar y sus comandantes. Este triunfo fue clave para la independencia de Perú y contribuyó de manera decisiva a la liberación de otras regiones sudamericanas aún bajo control español.