Rabia

Rabia en Perú: ¿Es posible que los contagios de este peligroso mal se extiendan en el norte?

La última vez que una persona se contagió de rabia por mordida de perro en el Perú fue en el 2015 y desde entonces solo se habían reportado casos en perros y gatos. Esta enfermedad milenaria, que cada año mata a unas 60 mil personas principalmente en África y Asia, se mantenía bajo control en nuestro país. Sin embargo, las alertas se han encendido por un reciente contagio en la ciudad de Arequipa. ¿Qué posibilidades hay de que este virus transmitido a través de la mordida de perros, gatos o murciélagos se expanda en las ciudades del norte?

La madrugada del último miércoles, una mujer de 54 años falleció con esta enfermedad, confirmaron las autoridades del Ministerio de Salud (Minsa). La paciente fue mordida en la mano izquierda por un perro el pasado 15 de julio en Chiguata, un distrito de la periferia de Arequipa.

Se conoció que la mujer no buscó atención médica, al ver que sus heridas no eran tan profundas. Extrañamente, tres meses después comenzó a sentirse mal. El mortal virus de la rabia empezaba a hacer efecto en su organismo. El 12 de octubre ingresó por emergencia al hospital Honorio Delgado, donde terminó en UCI. La paciente presentaba temblores, fotofobia, hidrofobia, aerofobia y otros malestares. La enfermedad avanzó hasta causarle un compromiso respiratorio y el último miércoles falleció.

¿EXPANSIÓN DEL VIRUS EN EL NORTE?

Tras este rebrote de la rabia humana en el Perú, SOBRE EL RASTRO dialogó con la jefa del Departamento de Epidemiología de la Gerencia Regional de Salud de La Libertad, Ana María Burga, para conocer las posibilidad de que esta enfermedad se expanda a esta zona del país.

En La Libertad no hay un caso de rabia humana desde 1996 y no hay casos de rabia canina desde el año 2004. A pesar de estas cifras, el peligro de contagio existe, explicó Burga, quien afirma que la rabia se contagia al más mínimo contacto con saliva infectada.

A pesar de la facilidad con la que se contagia esta enfermedad, la especialista en epidemiología dio un dato preocupante. En La Libertad, solo 90.000 perros están vacunados contra la rabia, un número que apenas representa el 25% de la población canina.

Según cifras del Ministerio de Economía y Finanzas, el Gobierno Regional de La Libertad ha gastado este año S/50.838 de los S/81.543 asignados para la vacunación de animales domésticos de cara a prevenir las enfermedades zoonóticas. En tanto, la Municipalidad de Trujillo gastó S/36.914 de los S/52.063 que tiene para esta labor. ¿Se requieren más recursos para ampliar la vacunación de canes?

Rabia

La vacunación de estas mascotas se debe hacer cada año y es responsabilidad de los dueños. Por su parte, el Ministerio de Salud (MINSA) realiza campañas de vacunación gratuita con el objetivo de evitar la enfermedad de la rabia en los canes y su transmisión al hombre y a otros animales.

Debe tener en cuenta que muchas personas son mordidas por perros y no acuden a centros de salud para descartar una posible infección rábica, sino que al observar una herida superficial deciden curarse por sí mismos.

El virus de la rabia tiene un periodo de incubación de 42 días aproximadamente; sin embargo, este periodo se puede extender hasta los 6 meses. Por eso, las personas no son conscientes que portan el virus de la rabia hasta que empiezan los primeros síntomas, cuando ya es demasiado tarde. Es lo que sucedió con la paciente de Arequipa.

QUÉ HACER ANTE LA MORDIDA DE UN PERRO

Cuando una persona es mordida por un perro, lo primero que se tiene que hacer es identificar al animal y acudir al centro de salud más cercano.

Si el perro tiene dueño, este tiene que presentar el carnet de su mascota con las vacunas al día y, si no cuenta con vacunas, la persona afectada tiene que vacunarse contra la rabia. Por otro lado, si es que el perro no tiene dueño, tiene que estar en estado de observación. Si el perro muere o es diagnosticado con rabia, la persona afectada tiene que vacunarse inmediatamente.

Ante un caso de rabia, Burga explicó que la primera acción que toma la Gerencia Regional de Salud es realizar un cerco epidemiológico. Se sigue el recorrido del perro con el fin de identificar posibles casos de rabia humana. Por eso, se recomienda no acercarse a perros callejeros y, en caso de sufrir algún ataque canino, debe acudir inmediatamente al centro de salud más cercano.

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