Quebrada San Domingo: geoglifo Triple Espiral a punto de ser destruido otra vez

Grupos de invasores nuevamente han puesto en grave riesgo el geoglifo Triple Espiral, una de las evidencias de arte rupestre más importantes de la costa norte del Perú, que se encuentra en la zona arqueológica Quebrada Santo Domingo, ubicada en el distrito de Laredo, provincia de Trujillo, región La Libertad.

José Carlos Orillo Puga, artista, docente universitario y promotor del programa Intangible, difundió en sus redes sociales fotografías tomadas recientemente, donde se observa huellas de vehículos de los invasores que están prácticamente sobre el Triple Espiral, así como ranchos ilegales muy cerca del geoglifo. Hace cinco años fue restaurado por especialistas de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de La Libertad, tras su destrucción en el 2015.

Foto: Luis Arroyo

“El viernes 4 de abril registramos con fotos aéreas la aparición de un nuevo rancho ilegal (techo de plástico verde a la izquierda de la primera foto) prácticamente al frente del geoglifo Triple Espiral. Inmediatamente indagamos entre los pobladores vecinos y nos informaron que ese rancho pertenecía a “un nuevo posesionario que lo había comprado por 15,000 soles a don López”, quien no es otro que el mismo traficante de terrenos ya identificado por la fiscalía: un sujeto de Conache identificado como Mario Esteban López Carranza”, narra.

Así actúan

Agrega que el modus operandi de los invasores es el mismo de siempre: instalan sus ranchos, si nadie los bota empiezan a arar, sembrar o preparar el terreno para convertirlo en chacra. “El año 2015 sucedió exactamente lo mismo: primero instalaron una tubería en la terraza al lado del geoglifo, y como nadie los desalojó, araron el terreno y destruyeron el Triple Espiral”, recuerda Orrillo con impotencia

Foto: José Orrillo

Este rancho de invasores, según José Orrillo, se suma a otro de mayores dimensiones que ya había aparecido el mes pasado en el mismo sector, y a las huellas de vehículos que están pasando sobre el geoglifo y que ya han destruido la línea externa de su espiral central.

Inacción de la DDC

Lo que más sorprende a Orrillo es la pasividad e inacción de la DDC La Libertad. Él afirma que estos hechos los alertó a dicha entidad desde el 2024.

«Cuando el 17 de febrero pasado, le mostramos estas fotografías al subdirector de la DDC, Melanio Delgado Soberón, la respuesta vergonzosa de este funcionario fue que “ellos no podían hacer nada porque cuando iban nunca encontraban a nadie», mencionó.

Foto: José Orrillo

Sin embargo, que dicha premisa solo demuestra el poco interés que tienen en el sitio, porque tienen el deber de retirar las instalaciones agrícolas, decomisar la maquinaria, tuberías y vehículos que allí se encuentran.

Denuncias

“En efecto, lo más despreciable en este caso es la inacción cómplice de la actual gestión del director de la DDC -LL, David Calderón, y el Área de Defensa del Patrimonio, quienes tienen pleno conocimiento del estado crítico de la invasión actual a través de mis denuncias presentadas por mesa de partes del MINCUL el 17 de enero (Expedientes 007096-2025 y 007098-2025), las que cuentan con abundantes medios probatorios, invasores identificados, placas de vehículos, etc.”, acotó.

Sin embargo, refiere Orrillo Puga, que en lugar de atender sus denuncias y cumplir con sus funciones de proteger el patrimonio y desalojar a los invasores, el titular de dicha entidad, mediante un infame Oficio 000549-2025-DDC, además de avalar un cuestionado Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA), ofrece argumentos engañosos sobre informes anteriores del año 2022 y 2023, que no son motivo de la denuncia actual y desatienden el requerimiento urgente de tomar acciones por la defensa de una zona arqueológica en riesgo inminente de destrucción.