Miles de personas salieron el miércoles a protestar contra la presidenta Dina Boluarte y contra el Congreso de la República. Frente a eso, en la capital, más de 8 mil policías dispersó con bombas lacrimógenas a los manifestantes que llegaron hasta el Congreso en Lima. A lo largo de la jornada se registraron se registraron bloqueos de vías; sin embargo, las protestas no alcanzaron la magnitud de las jornada de diciembre del 2022 y enero del 2023, en las que murieron más de 70 personas.
Según el Ministerio del Interior, en esta jornada de protesta hay seis detenidos, uno de ellos por tener en su poder bombas molotov. También se informó que hay ocho heridos (4 policías y 4 civiles).
Alrededor de 21 mil personas se movilizaciones, de las cuales 6 mil tenían reclamos sociales diferentes, detalló el ministro del Interior, Vicente Romero. «No hubo protestas en Piura, Lambayeque, San Martín y Ucayali», afiirmó.
También dijo que el local de la prefectura de Huancavelica fue atacado y casi incendiado. La Policía evitó que eso ocurra. Según el ministro Romero, «es posible que mañana continúen las manifestaciones».
ENFRENTAMIENTOS
Con banderolas y pancartas con lemas contra el Gobierno, los manifestantes exigieron la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso. Cargados con escudos y cascos de plástico la policía replegó a los manifestantes luego de que se rompiera una barrera de seguridad en el «Parque Universitario» de Lima, vía de acceso al Congreso, en la Av. Abancay.
En el lugar, la Policía usó bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes que llegaron hasta los exteriores del Parlamento. El edificio estuvo rodeado por un cerco policial y rejas de metal para impedir su acceso.
Las fuerzas del orden obligaron a que un grupo de manifestantes se repliegue hacia un puente que comunica con el distrito del Rímac, mientras que otro grupo fue forzado a retroceder hacia el parque Universitario, donde estaba el cerco policial que bloqueaba el ingreso a la avenida Abancay.
Durante los enfrentamientos, se observó que manifestantes lanzaron objetos envueltos en llamas, piedras y botellas de agua a la Policía para intentar no ser desalojados del centro histórico, pero los agentes avanzaron protegidos con sus escudos.
Durante estos incidentes, los canales de televisión mostraron al presidente del Congreso, José Williams, observando desde un balcón a los manifestantes que seguían llegando a los exteriores. Esta escena no se había producido en las movilizaciones de los meses previos.
BLOQUEOS DE CARRETERA
Desde tempranas horas de la mañana, los manifestantes protestaron en varios puntos de la ciudad y algunos de ellos bloquearon varias carreteras. A las 9 de la noche, la información era que solo 1 punto estaba con tránsito interrumpido en el distrito de Ilave (Puno). Sin embargo, a lo largo del día, la cifra de puntos de bloque eran más. En el momento más crítico, habían 7 puntos interrumpidos en un total de cinco regiones del país.
La policía informó que desplegó 24.000 agentes en toda el país , entre ellos 8.000 para vigilar Lima ante lo que los organizadores llaman «La tercera toma de Lima».
En Arequipa, en el sur del país, las autoridades han suspendido las clases presenciales. La misma medida se anunció paraCusco y Tacna, en la frontera con Chile.
En los aeropuertos de Lima, Arequipa, Cusco y Puno -que sufrieron ataques a inicio de año- solo se permitía el ingreso a las personas con sus boletos de embarque y documentos de identidad, para garantizar la seguridad de los viajeros.
La presidenta Dina Boluarte, cuya aprobación está en mínimos según varias encuestas, es investigada por la fiscalía por los presuntos delitos de «genocidio, homicidio calificado y lesiones graves» por las decenas de muertes en las protestas de principios de año.
