Aumenta la temperatura del río Amazonas y eso ya ha matado a 153 delfines rosados y grises

Una sequía causada por el aumento de temperaturas en el río Amazonas de Brasil ha traído como consecuencia la muerte de 153 delfines rosados y grises, se advierte en una carta de preocupación por distintas organizaciones ambientalistas de Sudamérica preocupadas por conservación de esta fauna.

Hasta el momento, existe un registro de 130 delfines rosados y 23 delfines grises que han muerto en el lago Tefé, en Brasil. Las aguas alcanzaron los 40 grados, excediéndose del promedio al que se acostumbraba.

La presencia de los delfines y otros animales en peligro permiten mantener el equilibrio ecológico y evaluar la salud de los ríos, los cuales son de vital importancia para el sustento económico de cientos de comunidades en Sudamérica.

“Si bien la variación climática ha sido el disparador de esta crisis, nadie estaba preparado, lo que nos abre una ventana para insistir en la urgencia de proteger a las personas y la naturaleza», explicó Fernando Trujillo, director de la Fundación Omacha y miembro de la Iniciativa de Delfines de Río de Suramérica (SARDI, por sus siglas en inglés).

En la mencionada carta de preocupación por las comunidades de la Amazonia Central y los delfines de río, Trujillo afirmó que «el delfín de río habita en las cuencas de varios de los ríos más grandes del planeta: Amazonas, Ayeyarwady, Ganges, Indo, Mahakam, Mekong, Orinoco y Yangtze.. Alrededor de estas confluyen cerca de 1.000 millones de seres humanos. Un hábitat saludable para los delfines puede mejorar la calidad de vida de las personas, impulsar el ordenamiento pesquero, nuevos sitios Ramsar, turismo sostenible y comercio responsable, entre otras acciones”.

En el escrito, diversas organizaciones expresaron su preocupación por los acontecimientos que afectan a la región y población.

«Formamos una gran coalición para ayudar a recolectar cadáveres, monitorear animales vivos en áreas críticas de baja profundidad y altas temperaturas, además de recolectar y enviar muestras biológicas y de agua para su análisis. Todo un esfuerzo para llegar a las causas fundamentales de este evento sin precedentes», explica Mariana Paschoalini Frias, especialista en Conservación de WWF Brasil y coordinadora SARDI.

Por su parte, Miriam Marmontel, investigadora del Instituto Mamirauá, aseguró que es urgente realizarse más estudios sobre los efectos causados por el cambio climático en la fauna, pues estos van más allá de la muerte de los delfines de río.

Esta crisis permite hacer un llamado a la protección de los delfines de río y otras especies con el apoyo de diversos países y organizaciones. Esto es con el fin de detener la disminución de sus poblaciones en Suramérica y continuar garantizando la seguridad alimentaria y bienestar de las comunidades.

DELFÍN ROSADO EN PERÚ

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), desde 2015 iniciaron una labor de conservarción de los delfines de río, considerando el importante rol que cumplen dentro del ecosistema fluvial.

A la fecha, junto a socios locales como ProDelphinus y, en coordinación con el Grupo Técnico de Diversidad Biológica de Aguas Continentales del Ministerio de la Producción, se ha apoyado la elaboración e implementación del Plan de Acción Nacional de Delfines de Río y Manatí, que contiene los insumos necesarios para facilitar la toma de decisiones de las autoridades competentes y promueve la participación de las distintas instituciones y sectores involucrados.

En el 2017 , la WWF Perú realizó el primer estudio de estimación de abundancia delfines de río y de recolección de muestras de ADN ambiental, en la cuenca Alta del Marañón, incluyendo el río Huallaga y el Pastaza, a lo largo de aproximadamente 300 km2. El objetivo de esta investigación fue conocer el estado de conservación de los delfines grises y rosados, e identificar a las especies de vertebrados que cohabitan con ellos en los ríos amazónicos.

La investigación permitió conocer que de los ocho delfines de río que existen en el mundo, cuatro
se encuentran en Sudamérica, en las cuencas del Orinoco y el Amazonas. Dos de estas especies, el delfín gris Sotalia fluviatilis y el rosado Inia geoffrensis, tienen parte de su rango de distribución en nuestro país, donde cumplen un rol fundamental como especie indicadora de la salud del ecosistema.

Las principales amenazas para las poblaciones de delfines rosados y grises es la pesca incidental, la contaminación y deterioro de hábitats, uso como carnada, actividad de pesca no sostenible, tránsito de embarcaciones, represas y otras infraestructuras de gran envergadura y el cambio climático.

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