El alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), César Arturo Fernández Bazán, se encuentra en una nueva controversia, debido a que presuntamente está haciendo uso de recursos públicos para vengarse de sus contrincantes políticos o críticos de su gestión. La autoridad edil estaría haciendo uso de medidas de fiscalización para el cierre de establecimientos en la ciudad de propiedad de personas incómodas a su gestión.
Uno de los primeros locales clausurados por la comuna provincial es el Club Libertad, premiado recientemente por el Ministerio de Cultura por impulsar, promover y poner en valor la marinera mediante las competencias a nivel nacional e internacional de esta danza.
Desde antes de que asuma la gestión, Fernández Bazán había afirmado que la familia Burméster, que actualmente dirige dicha institución, se ha apropiado de la marinera y que haría todo lo que estaba en su manos para que eso cambie. La postura del alcalde impidió que la edición de este año del Concurso Nacional de Marinera se realice en Trujillo y fue trasladado a Lima.
Otro factor que influiría en la postura del alcalde es que dicha familia también es propietaria de una estación de radio, desde donde se cuestiona a la actual gestión edil de Trujillo.
La clausura del Club Libertad es por un periodo de 30 días por encontrar fallas en la seguridad. Lucio Rosario, gerente de Gestión de Riesgos de Desastres y Defensa Civil de la MPT, indicó que el lugar no contaba con certificados de seguridad, tenía extintores vencidos y las luces de emergencia estaban inoperantes.
HOSPITAL PRIMAVERA
Del mismo modo, la MPT ordenó la clausura del hospital Primavera, propiedad del exgobernador regional apepista Manuel Llempén. El gerente de Defensa Civil de la MPT explicó que el centro médico no contaba con certificado de Inspección Técnica de Seguridad en Edificación (ITSE) desde el año 2014.
Esto ha desencadenado la preocupación de los pacientes que incluso vienen de otras provincias y regiones para obtener una atención médica más accesible puesto que no estaban al tanto de la situación.
Ante esto, la regidora Sandra Trujillo expresó que considera el cierre de estos locales como algo netamente político, alegando que Fernández constantemente se encuentra inmerso en conflictos de este tipo.
La concejal pidió al alcalde mantener la imparcialidad y aplicar las mismas normativas a todos los locales y no dejarse influenciar por el impacto político que estas medidas polémicas puedan generar.
Luis Bahamonde, exregidor de la MPT, criticó a Arturo Fernández por realizar estas acciones mencionando que lo hace para disfrazar su incapacidad para hacer obras en beneficio de los trujillanos.