Asumir el desafío de salvar vidas en el sector salud te puede convertir en héroe o villano. Recibir la gratitud del paciente y sus familiares o resultar denunciado por negligencia médica siempre será una posibilidad.
La historia que ahora contamos tiene matices de lo primero. El esfuerzo desplegado por un equipo de servidores de salud que le salvaron la vida a una madre, pese a las limitaciones de equipos, movilidad y mal clima, fueron compensados con una alta dosis de decisión, profesionalismo, compromiso y humanidad.
Recientemente, una mujer de 45 años de edad con 36 semanas de gestación, en el caserío La Unión, distrito de Huaso, provincia de Julcán, presentaba una profusa hemorragia que alarma a sus familiares. A las 6:00 de la tarde comunican el hecho a la obstetra del puesto de salud del lugar, quien advierte un cuadro clínico de riesgo.
Comunica al médico jefe de la Microrred de Huaso, William Garcés Navarro, quien de inmediato se traslada hasta la vivienda de la paciente, situada a 50 minutos.
NO HAY TIEMPO QUE PERDER
Con ayuda de un ecógrafo portátil (similar a un equipo celular) el médico determina que el cuadro clínico era grave. El bebé que crecía en su vientre había muerto (óbito fetal), presentaba desprendimiento de prematuro de placenta, un cuadro de preeclampsia severo y la hemorragia seguía imparable.
Ante esto, el médico considera que había que actuar, le suministra los medicamentos apropiados para estabilizarla y comunica el hecho al director ejecutivo de la Red de Salud Julcán, Henry Guanilo Che, quien coordina la referencia urgente con su similar de la Red de Salud Santiago de Chuco, Lenin Rodríguez.
El funcionario explica que es por cercanía, pues dice que había que ganar tiempo. El hospital santiaguino está a solo dos horas de Huaso, mientras que Julcán a cuatro y Trujillo a seis. “Nuestro agradecimiento al director de la red vecina y a todo el equipo médico y asistencial que nos brindó el apoyo oportuno”, resalta Guanilo Che.
EL TRASLADO
Conforme transcurren los minutos, la situación se torna apremiante. El médico Garcés Navarro alista el traslado en la ambulancia y parten por una trocha carrozable en una aventura interminable. Al promediar las 10:30 de la noche la paciente ingresa al quirófano del hospital de Santiago de Chuco.
Por unos minutos, el equipos de salud de la Microrred de Julcán, integrado por la obstetra Dámaris Miniano Acevedo, el enfermero Wilmer Saavedra Vidal, la técnica Mercedes Valle Valdivieso y el chofer Víctor Burgos Álvarez respira tranquilidad.
La intervención quirúrgica tardó hora y media. Al termino del acto médico deciden referirlo a Trujillo, para evitar eventuales complicaciones. De inmediato lo embarcan en la ambulancia de Huaso y lo moviliza hasta Agallpampa, donde es trasladada a una ambulancia del Sistema de Atención Móvil de Urgencia (Samu) de la Gerencia Regional de Salud.
A las 5:00 de la mañana la paciente ingresa al hospital Víctor Lazarte Echegaray de EsSalud, en Trujillo, acompañada del médico Garcés Navarro, quien asegura que ingresó estable al nosocomio. Actualmente la mujer está fuera de peligro y se recupera de manera favorable.
PRUEBA DE FUEGO
“Esta fue nuestra primera prueba de fuego del año 2024 y hemos salido airosos, gracias al profesionalismo del personal de salud, su predisposición, vocación de servicio y sentido de pertenencia con la institución. Felicito a todo el equipo de la Microrred por el esfuerzo desplegado”, expresa con efusividad Guanilo Che.
La coordinadora de la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva, Milagros More Villafuerte, dice que la paciente tiene seguro de EsSalud, pero cuando ocurre una emergencia se tiene que actuar en procura de salvar la vida del paciente, luego se regulariza los aspectos administrativos y económicos.
“Nuestro reconocimiento a todo el personal de la Microrred por el deber cumplido, pues actuaron con premura y de manera oportuna. Seguimos en alerta”, puntualiza la obstetra.
Acciones como esta demuestran que aún existen personas comprometidas con la vida y la salud de las personas.