La Policía Nacional del Perú detuvo este jueves en el distrito de Comas a Raúl Enrique Prado Ravines, excomandante de la institución, sobre quien pesaba una condena de 35 años de prisión por homicidio calificado. La captura estuvo a cargo de agentes de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (DIVIAC).
Prado Ravines permanecía en condición de prófugo desde 2022, año en que fue sentenciado por su participación como cabecilla en el grupo conocido como “Escuadrón de la Muerte”. El Ministerio del Interior había emitido una orden de captura internacional y ofrecía una recompensa de S/ 100 mil por información que permitiera su ubicación, aunque no se ha confirmado si este mecanismo contribuyó directamente a su detención.
Según las investigaciones fiscales, el “Escuadrón de la Muerte” estuvo conformado por al menos 14 oficiales y varios suboficiales que, entre 2012 y 2015, habrían simulado operativos policiales para ejecutar extrajudicialmente a personas señaladas como delincuentes. Parte de los hechos ocurrió en Lima, Piura, Chiclayo y Chincha. En algunos casos, las víctimas no registraban antecedentes penales.
La investigación se activó luego de la denuncia del comandante Franco Moreno Panta, familiar de una de las personas fallecidas en estos operativos. La Fiscalía concluyó que los implicados buscaban obtener ascensos, condecoraciones y beneficios dentro de la institución.
El caso culminó con sentencias firmes en 2022 contra varios oficiales, incluido Prado Ravines, quien no se presentó a la audiencia en la que se dictó su condena. Desde entonces, se mantenía en condición de no habido.
La detención del exoficial pone fin a su período de fuga y abre paso al cumplimiento de la pena impuesta por el Poder Judicial. Las autoridades no han brindado mayores detalles sobre las circunstancias de su ubicación ni sobre próximos pasos en el proceso de ejecución de sentencia.