Trujillo vive una escalada de violencia, con cuatro personas asesinadas a balazos en distintos puntos de la ciudad, a pesar del estado de emergencia vigente.

Sicarios se cobran cuatro vidas en dos días en plena emergencia por inseguridad

La violencia ha tomado el control de Trujillo. Ni el estado de emergencia ni la presencia de las fuerzas del orden han logrado frenar la brutalidad de la delincuencia que, en apenas 72 horas, ha cobrado cuatro vidas. Cuatro historias que no se cruzaron en vida, pero que terminaron unidas por el mismo destino trágico: el gatillo de un sicario.

Martes de terror

Bruno Salvatierra Prentice, promotor de eventos nocturnos, caminaba por una calle cercana a su casa cuando fue interceptado por sicarios. Tenía 34 años y un futuro que le fue arrancado de forma violenta, con varios disparos que lo dejaron tendido en el pavimento. Su muerte, a plena luz del día, fue solo el inicio de una cadena de crímenes que estremeció a la ciudad.

La siguiente víctima: una madre

Horas más tarde, cuando aún no se apagaban los ecos del primer asesinato, Keyla Alvarado Alva fue sorprendida en plena vía pública en el distrito de Laredo. Dos sujetos a bordo de una motocicleta se le acercaron y, sin mediar palabra, le dispararon a quemarropa. Keyla, madre de familia, cayó gravemente herida en la avenida El Ángel. La trasladaron al centro de salud más cercano, pero no hubo milagro: llegó sin vida.

Un colectivero, un blanco fácil

El miércoles, a las tres de la tarde, otra escena de horror se repitió. Jorge Luján Barreto, de solo 23 años, fue asesinado cuando manejaba su colectivo. Dos pistoleros lo atacaron en la intersección de la avenida José Olaya con la calle María Parado de Bellido, en El Porvenir. Jorge apenas llevaba un mes trabajando en el transporte informal. Su familia asegura que desconocían si había sido amenazado, pero el patrón es claro: el sector vive bajo el asedio de las extorsiones.

Cuarta víctima en menos de dos días

La tarde de este jueves 5 de junio, la violencia volvió a tocar las puertas del sector de Río Seco, otro punto crítico de El Porvenir. Rubén Simón Risco Rojas, colectivero de 54 años, recibió varios disparos mientras conducía. Fue trasladado de emergencia al hospital Belén, pero no resistió. Su muerte marcó el segundo atentado contra un chofer en menos de 24 horas, ambos ocurridos en un contexto de amenazas y exigencias extorsivas dirigidas a las empresas de colectivos.

Un gobernador de vacaciones

Mientras la región La Libertad atraviesa una alarmante ola de violencia —con asesinatos múltiples y en pleno estado de emergencia en zonas como Pataz—, el gobernador regional César Acuña se encuentra de vacaciones del 29 de mayo al 7 de junio. Su ausencia ha generado críticas por la falta de liderazgo en un momento crítico para la seguridad ciudadana.

La vicegobernadora Johana Cabrera asumió funciones de manera interina y aseguró que la administración continúa “trabajando al cien por ciento”, aunque evitó dar detalles sobre los motivos del viaje del gobernador, que, según fuentes, habría viajado a España. La situación ha reavivado cuestionamientos sobre la pertinencia de sus salidas al exterior, ya que es la segunda vez en el año que Acuña toma vacaciones pese a la grave crisis regional.